¿Qué descompone y que conserva los alimentos?

¿Cómo se mantienen  frescos los alimentos?

El tiempo es un enemigo implacable cuando se trata de conservar alimentos. De hecho ningún método de conservación los hace durar por tiempo indefinido; por eso, todos los alimentos procesados o empacados incluyen una fecha de caducidad.

Un incremento en la temperatura o en la humedad ambiental en el sitio donde se almacenan los alimentos, puede acelerar su descomposición.

El desarrollo de ciertos microorganismos que provocan la descomposición de los alimentos requiere, en general, oxigeno del aire. Por lo tanto exponer alimentos al oxigeno puede acelerar el proceso natural de descomposición, es decir, contribuye a que se lleven a cabo reacciones químicas que los microorganismos necesitan para sobrevivir y reproducirse. Estas reacciones químicas producen, finalmente, la descomposición.

Un ambiente con elevada cantidad de hongos microscópicos y bacterias también acelera la descomposición. Sin embargo, no todos los procesos en los que intervienen los microorganismos son dañinos. Su control nos permite contar con alimentos fermentados como el pan y los quesos.

Los alimentos con grasas sufren otro tipo de descomposición, en el que no intervienen microorganismos, pero si el oxígeno del aire, que pueden modificar su estructura química de las grasas y producir compuestos olorosos y dañinos al organismo.

Hervir, cocinar o agregar sal a los alimentos favorece su conservación, que inhibe el crecimiento de las poblaciones causadas por la descomposición. Entonces, la sal, el azúcar, el vinagre y las vitaminas son sustancias consideradas conservadores.

A manera de introducción pueden cuestionarles a sus alumnos  ¿Han olido algún alimento rancio?, ¿Saben de alguien que se haya enfermado por comer un alimento en ese estado? Y ¿Cómo hacen para conservarlos?