sábado, 19 de septiembre de 2015


 LA CELULA VEGETAL



La célula es la unidad básica y fundamental de los tejidos y por tanto, de los órganos. Esta puede constituir por sí sola un individuo u organismo unicelular. La célula no es estática, es excepcionalmente dinámica. Todas sus actividades se realizan en un medio acuoso e implican un desplazamiento de solutos en la célula misma, entre células, y entre la célula y su medio externo. Su forma es variada según se trate de individuos unicelulares que viven libremente o de individuos pluricelulares.

La célula vegetal típica presenta, por fuera de la membrana plasmática, la pared celular, compuesta fundamentalmente por celulosa y secretada por el protoplasto. Con el paso del tiempo esta pared puede sufrir una serie de cambios producto del metabolismo y el envejecimiento, manifestándose con deposiciones de diversas sustancias tales como lignina, grasas (suberina, cutina, ceras), taninos, etc., que pueden ser reconocidas mediante pruebas químicas. La pared celular delimita a la célula vegetal, determina su forma y confina al protoplasma, en el cual se distribuye una serie de organelos bien definidos morfológicamente y limitados por membranas especiales que cumplen funciones vitales específicas.
Otra característica típica de la célula vegetal es la presencia de plastidios, los cuales pueden ser pigmentados (cloroplastos y cromoplastos) o no pigmentados (leucoplastos). La clorofila es el pigmento fundamental de los cloroplastos, mientras que los carotenos dan la coloración rojiza o anaranjada de los cromoplastos; dentro de los plastidios no pigmentados se encuentran los elaioplastos, que almacenan grasas (lípidos) y los amiloplastos, que almacenan almidón; éstos últimos pueden tener formas diversas e incluso pueden tener valor taxonómico.

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