Los experimentos con huevos son muy frecuentes por varios motivos. En primer lugar, suele ser muy económico experimentar con ellos, además suele ser completamente seguro y, por último pero no menos importante, es muy divertido y educativo hacerlo.
En este caso, aprovecharemos varios fenómenos a la vez, todos relacionados con lo que se conoce como “ósmosis” y “presión osmótica”. No dejen que el término los asuste, en breve lo explicaremos lo mejor que podamos y, ayudándonos con el experimento, pronto podrán entender y hablar de fenómenos físicos bastante avanzados de manera muy sencilla, sin complicaciones y sin errores.
¿Qué vamos a necesitar?
Un huevo crudo, es decir, con la clara y la llena intactas
Un alfiler
Un vaso de cristal
Agua
Mucha paciencia, o ponerse a hacer otra cosa en lo que queda listo
Procedimiento
Esta parte es la más complicada, así que a poner atención. Si se observa bien un huevo, tiene una parte más plana que otra, que es más puntiaguda. Sujetaremos el huevo de tal manera que la parte más plana esté visible. Con el alfiler y con mucho cuidado (podemos arruinar muchos huevos, así que más vale hacerlo con calma para no desperdiciar comida) romperemos una pequeñita parte de la cáscara, pero sólo de la cáscara. ¿Habéis visto esa membranita, como tela que tiene el huevo debajo de la cáscara? Pues esa membrana es muy importante para este experimento, así que no debe romperse.
Una vez hecho el primer agujero, pasaremos al otro extremo del huevo, la parte puntiaguda. Allí utilizaremos una vez más el alfiler para hacer un agujero, esta vez nos cargaremos también la membrana.
Una vez hecho esto, pondremos el huevo en el vaso y lo comenzaremos a llenar con agua. El huevo no debe quedar totalmente cubierto con agua, debe quedar la punta descubierta.
Poco a poco y al cabo de algunas horas, observaremos que el huevo abandonó el cascarón aparentemente por arte de magia, pero no hay ningún truco mágico involucrado, sólo física.
Explicación:
En la naturaleza se da un fenómeno muy interesante con respecto a las sustancias que la componen. La naturaleza no tolera ni le gustan los abusos, ni los excesos, siempre busca el equilibrio. Así, cuando ponemos el huevo sobre el agua, el agua comenzará a llenar el huevo para que la composición dentro del huevo sea igual a la del vaso, es decir, llena de agua. El huevo intentaría hacer lo mismo, pero tiene un problema y es que la membrana que dejamos no permite que pase el huevo, solamente el agua así que el único camino que le queda al huevo es salir del cascarón y llenarse con agua.
La membrana del huevo es semipermeable, lo que quiere decir que permite el paso de un fluido pero del otro no. En este caso, la membrana retiene al huevo pero deja pasar el agua. El agua comienza a empujar al huevo desde el interior hasta expulsarlo gracias a un fenómeno que se conoce como ósmosis, que es el paso de un líquido a través de una membrana semipermeable. La fuerza que actúa sobre el huevo y que termina por desplazarlo se llama presión osmótica, una fuerza que ejerce un líquido sobre otro líquido para que sus composiciones, es decir la cantidad de elementos o compuestos que tienen uno y otro líquido, sean iguales en todos lados.
Está muy interesante , lo voy aplicar el experimento !!:O
ResponderEliminarNo había entendido el termino de osmosis , ni de presión osmótica, pero ya me quedó claro, como pareciera que por arte de magia se pasa el agua.
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