El Big Bang, literalmente gran estallido, constituye el
momento en que de la "nada" emerge toda la materia, es decir, el origen
del Universo.
La materia, en el Big Bang, era un punto de densidad infinita que, en
un momento dado, "explota" generando su expansión en todas las
direcciones y creando lo que conocemos como nuestro Universo.
Inmediatamente después del momento de la "explosión", cada partícula
de materia comenzó a alejarse muy rápidamente una de otra, de la misma
manera que al inflar un globo éste va ocupando más espacio expandiendo
su superficie.
Los físicos teóricos han logrado reconstruir esta cronología de los
hechos a partir de un 1/100 de segundo después del Big Bang. La materia
lanzada en todas las direcciones por la explosión primordial está
constituida exclusivamente por partículas elementales: Electrones,
Positrones, Mesones, Bariones, Neutrinos, Fotones y un largo etcétera
hasta más de 89 partículas conocidas hoy en día.
En 1948 el físico ruso nacionalizado estadounidense George Gamow
modificó la teoría de Lemaître del núcleo primordial. Gamow planteó que
el Universo se creó en una explosión gigantesca y que los diversos
elementos que hoy se observan se produjeron durante los primeros minutos
después de la Gran Explosión o Big Bang, cuando la temperatura
extremadamente alta y la densidad del Universo fusionaron partículas
subatómicas en los elementos químicos.
Cálculos más recientes indican que el hidrógeno y el helio habrían
sido los productos primarios del Big Bang, y los elementos más pesados
se produjeron más tarde, dentro de las estrellas. Sin embargo, la teoría
de Gamow proporciona una base para la comprensión de los primeros
estadios del Universo y su posterior evolución. A causa de su
elevadísima densidad, la materia existente en los primeros momentos del
Universo se expandió con rapidez. Al expandirse, el helio y el hidrógeno
se enfriaron y se condensaron en estrellas y en galaxias. Esto explica
la expansión del Universo y la base física de la ley de Hubble.
Según se expandía el Universo, la radiación residual del Big Bang
continuó enfriándose, hasta llegar a una temperatura de unos 3 K (-270
°C). Estos vestigios de radiación de fondo de microondas fueron
detectados por los radioastrónomos en 1965, proporcionando así lo que la
mayoría de los astrónomos consideran la confirmación de la teoría del
Big Bang.
Uno de los grandes problemas científicos sin resolver en el modelo
del Universo en expansión es si el Universo es abierto o cerrado (esto
es, si se expandirá indefinidamente o se volverá a contraer).
Un intento de resolver este problema es determinar si la densidad
media de la materia en el Universo es mayor que el valor crítico en el
modelo de Friedmann. La masa de una galaxia se puede medir observando el
movimiento de sus estrellas; multiplicando la masa de cada galaxia por
el número de galaxias se ve que la densidad es sólo del 5 al 10% del
valor crítico. La masa de un cúmulo de galaxias se puede determinar de
forma análoga, midiendo el movimiento de las galaxias que contiene. Al
multiplicar esta masa por el número de cúmulos de galaxias se obtiene
una densidad mucho mayor, que se aproxima al límite crítico que
indicaría que el Universo está cerrado.
La diferencia entre estos dos métodos sugiere la presencia de materia
invisible, la llamada materia oscura, dentro de cada cúmulo pero fuera
de las galaxias visibles. Hasta que se comprenda el fenómeno de la masa
oculta, este método de determinar el destino del Universo será poco
convincente.
Muchos de los trabajos habituales en cosmología teórica se centran en
desarrollar una mejor comprensión de los procesos que deben haber dado
lugar al Big Bang. La teoría inflacionaria, formulada en la década de
1980, resuelve dificultades importantes en el planteamiento original de
Gamow al incorporar avances recientes en la física de las partículas
elementales. Estas teorías también han conducido a especulaciones tan
osadas como la posibilidad de una infinidad de universos producidos de
acuerdo con el modelo inflacionario.
Sin embargo, la mayoría de los cosmólogos se preocupa más de
localizar el paradero de la materia oscura, mientras que una minoría,
encabezada por el sueco Hannes Alfvén, premio Nobel de Física, mantienen
la idea de que no sólo la gravedad sino también los fenómenos del
plasma, tienen la clave para comprender la estructura y la evolución del
Universo.
La teoría del Big Bang está unida per se, a la teoría del origen del hombre. A mucha gente le parece terrible que el origen de todo se haya producido de una forma tan poco cristiana. La mayoría de las religiones afirman que el Universo lo creó Dios y así es.
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