Tratamiento del agua residual
Toda agua servida o residual debe ser tratada, tanto para proteger la salud pública como para preservar el medio ambiente. Antes de tratar cualquier agua servida se debe conocer su composición. Esto es lo que se llama caracterización del agua. Permite conocer qué elementos químicos y biológicos están presentes y da la información necesaria para que los ingenieros expertos en tratamiento de aguas puedan diseñar una planta apropiada al agua servida que se está produciendo.
Una Estación depuradora de aguas residuales tiene la función de eliminar toda contaminación química y bacteriológica del agua que pueda ser nociva para los seres humanos, la flora y la fauna, de manera que se pueda devolver el agua al medio ambiente en condiciones adecuadas. El proceso, además, debe ser optimizado de manera que la planta no produzca olores ofensivos hacia la comunidad en la cual está inserta. Una planta de aguas servidas bien operada debe eliminar al menos un 90 % de la materia orgánica y de los microorganismos patógenos presentes en ella.
Como se ve en este gráfico, la etapa primaria elimina el 60 % de los sólidos suspendidos y un 35 % de la DBO. La etapa secundaria, en cambio, elimina el 30 % de los sólidos suspendidos y un 55 % de la DBO.
Etapas del tratamiento del agua residual
El
proceso de tratamiento del agua residual se puede dividir en cuatro etapas:
pretratamiento, primaria, secundaria y terciaria. Algunos autores llaman a las
etapas preliminar y primaria unidas como etapa primaria.
Etapa preliminar
La etapa
preliminar debe cumplir dos funciones:
- Medir y regular el caudal de agua que llega a la planta
- Extraer los sólidos flotantes grandes y la arena (a veces, también la grasa).
Normalmente
las plantas están diseñadas para tratar un volumen
de agua constante, lo cual debe adaptarse a que el agua servida producida por
una comunidad no es constante. Hay horas, generalmente durante el día, en las
que el volumen de agua producida es mayor, por lo que deben instalarse sistemas
de regulación de forma que el caudal que ingrese al sistema de tratamiento sea
uniforme.
Asimismo,
para que el proceso pueda efectuarse normalmente, es necesario filtrar el agua
para retirar de ella sólidos y grasas. Las estructuras encargadas de esta
función son las rejillas, tamices, trituradores (a veces), desgrasadores y desarenadores.
En esta etapa también se puede realizar la preaireación,
cuyas funciones son: a) Eliminar los compuestos
volátiles presentes en el agua servida, que se caracterizan por ser
malolientes, y b) Aumentar el contenido de oxígeno del agua, lo que ayuda a la
disminución de la producción de malos olores en las etapas siguientes del
proceso de tratamiento.
Etapa primaria
Tiene
como objetivo eliminar los sólidos en suspensión por medio de un proceso de
sedimentación simple por gravedad o asistida por coagulantes
y floculantes.
Así, para completar este proceso se pueden agregar compuestos químicos (sales de hierro, aluminio
y polielectrolitos floculantes) con el objeto de precipitar el fósforo, los
sólidos en suspensión muy finos o aquellos en estado de coloide.
Las
estructuras encargadas de esta función son los estanques de sedimentación primarios o clarificadores primarios. Habitualmente están diseñados para
suprimir aquellas partículas que tienen tasas
de sedimentación de 0,3 a 0,7 mm/s. Asimismo, el período de retención es normalmente
corto, 1 a 2 h. Con estos parámetros, la profundidad del estanque fluctúa
entre 2 a 5 m.
En esta
etapa se elimina por precipitación alrededor del 60 al 70 % de los sólidos
en suspensión. En la mayoría de las plantas existen varios sedimentadores
primarios y su forma puede ser circular, cuadrada a rectangular.
Etapa secundaria
Tiene
como objetivo eliminar la materia orgánica en disolución
y en estado coloidal mediante un proceso de oxidación de naturaleza biológica
seguido de sedimentación. Este proceso biológico es un proceso natural controlado en el cual participan los
microorganismos presentes en el agua residual, y que se desarrollan en un
reactor o cuba de aireación, más los que se desarrollan, en menor medida en el decantador
secundario. Estos microorganismos, principalmente bacterias,
se alimentan de los sólidos en suspensión y estado coloidal produciendo en su
degradación anhídrido carbónico y agua, originándose una biomasa
bacteriana que precipita en el decantador
secundario. Así, el agua queda limpia a cambio de producirse unos fangos para los que hay
que buscar un medio de eliminarlos.
En el
decantador secundario, hay un flujo tranquilo de agua, de forma que la biomasa,
es decir, los flóculos bacterianos producidos en el reactor,
sedimentan. El sedimento que se produce y que, como se dijo, está formado
fundamentalmente por bacterias, se denomina fango activo.
Los
microorganismos del reactor aireado pueden estar en suspensión en el agua (procesos de crecimiento suspendido o
fangos activados), adheridos a un medio de suspensión (procesos de crecimiento adherido) o distribuidos en un sistema
mixto (procesos de crecimiento mixto).
Las
estructuras usadas para el tratamiento secundario incluyen filtros de arena intermitentes, filtros percoladores,
contactores biológicos rotatorios,
lechos fluidizados, estanques de fangos activos, lagunas de estabilización u oxidación
y sistemas de digestión de fangos.
Etapa terciaria
Tiene
como objetivo suprimir algunos contaminantes específicos presentes en el agua
residual tales como los fosfatos que provienen del uso de detergentes
domésticos e industriales y cuya descarga en cursos de agua favorece la eutrofización,
es decir, un desarrollo incontrolado y acelerado de la vegetación
acuática que agota el oxígeno, y mata la fauna existente en la zona. No todas
las plantas tienen esta etapa ya que dependerá de la composición del agua
residual y el destino que se le dará.
Principales pasos del tratamiento de aguas
residuales
Desinfección
Las aguas
servidas tratadas normalmente contienen microorganismos patógenos que
sobreviven a las etapas anteriores de tratamiento. Las cantidades de
microorganismos van de 10.000 a 100.000 coliformes
totales y 1.000 a 10.000 coliformes fecales por 100 ml de agua, como también se
aíslan algunos virus
y huevos de parásitos.
Por tal razón es necesario proceder a la desinfección
del agua. Esta desinfección es especialmente importante si estas aguas van a
ser descargadas a aguas de uso recreacional, aguas donde se cultivan mariscos
o aguas que pudieran usarse como fuente de agua para consumo humano.
Los
métodos de desinfección de las aguas servidas son principalmente la cloración
y la iozonización, pero también
se ha usado la bromación y la radiación ultravioleta. El más usado es la
cloración por ser barata, fácilmente disponible y muy efectiva. Sin embargo,
como el cloro es tóxico para la vida acuática el agua tratada con este elemento
debe ser sometida a decloración antes de
disponerla a cursos de agua natural.
Desde el
punto de vista de la salud pública se encuentra aceptable un agua servida que
contiene menos de 1.000 coliformes totales por 100 ml y con una DBO inferior a
50 mg/L.
La
estructura que se usa para efectuar la cloración es la cámara de contacto. Consiste en una serie de canales
interconectados por los cuales fluye el agua servida tratada de manera que ésta
esté al menos 20 minutos en contacto con el cloro, tiempo necesario para dar
muerte a los microorganismos patógenos.
Tratamiento de los fangos
Depósito
de digestión de lodos en una depuradora de Londres.
Los
sedimentos que se generan en las etapas primaria y secundaria se denominan fangos. Estos fangos
contienen gran cantidad de agua (99 %), microorganismos patógenos y
contaminantes orgánicos e inorgánicos. Se han desarrollado varios métodos para
el tratamiento de los fangos e incluyen: digestión
anaerobia, digestión aerobia,
compostaje, acondicionamiento químico y tratamiento físico. El propósito del
tratamiento de los fangos es destruir los microbios patógenos y reducir el
porcentaje de humedad.
La digestión anaerobia se realiza en un
estanque cerrado llamado digestor y no requiere la presencia de oxígeno
pues se realiza por medio de bacterias que se desarrollan en su ausencia. Para
el óptimo crecimiento de estos microorganismos se requiere una temperatura de
35 °C. Las bacterias anaerobias degradan la
materia orgánica presente en el agua servida, en una primera fase, a ácido propiónico, ácido acético y otros compuestos intermedios,
para posteriormente dar como producto final metano (60-70 %), anhídrido
carbónico (30 %) y trazas de amoníaco,
nitrógeno,
anhídrido sulfuroso e hidrógeno.
El metano y el anhídrido carbónico son inodoros; en cambio, el ácido propiónico
tiene olor a queso rancio y el ácido acético tiene olor a vinagre.
La digestión aerobia se realiza en un
estanque abierto y requiere la presencia de oxígeno y, por tanto, la inyección
de aire u oxígeno. En este caso la digestión de la materia orgánica es
efectuada por bacterias aerobias,
que realizan su actividad a temperatura ambiente. El producto final de esta
digestión es anhídrido carbónico y agua. No se produce metano. Este proceso
bien efectuado no produce olores.
El compostaje
es la mezcla del fango digerido aeróbicamente con madera o llantas trituradas,
con el objetivo de disminuir su humedad para posteriormente ser dispuesto en un
relleno sanitario.
El acondicionamiento
químico se puede aplicar tanto a los fangos crudos como digeridos e incluye
la aplicación de coagulantes tales como el sulfato de aluminio, el cloruro férrico y los polímeros,
los que tienen como función ayudar a la sedimentación de las materias en
suspensión y solución en el fango; la elutriación o lavado del
fango, la cloración y la aplicación de floculante.
El tratamiento
físico incluye el tratamiento por calor y el congelamiento de los fangos.
Una vez
concluida la etapa de digestión microbiana, ya sea aerobia o anaerobia, los
fangos aún contienen mucha agua (alrededor de un 90 %) por lo que se
requiere deshidratarlos para su disposición final. Para ello se han diseñado
dos métodos principales: secado por
aire y secado mecánico.
Deshidratación de los fangos
Se han
hecho diversas estructuras para el secado por aire de los fangos. Entre ellas
están: lechos de arena, lechos asistidos de arena, lagunas de fangos, lechos adoquinados y eras de secado.
Para el
secado mecánico existen filtros banda,
filtros prensa, filtros de vacío y centrífugas.
Los
fangos deshidratados deben disponerse en una forma ambientalmente segura. Para
ello, según el caso, pueden llevarse a rellenos sanitarios, ser depositados en
terrenos agrícolas y no agrícolas o incinerados. La aplicación en terrenos
agrícolas requiere que el fango no presente sustancias tóxicas para las plantas,
animales y seres humanos. Lo habitual es que sí las contengan por lo que lo
normal es que sean dispuestos en rellenos sanitarios o incinerados.
Tratamiento de aguas residuales por procesos
biotecnológicos
El
proceso natural de la limpieza del agua se consigue gracias a una bacteria que
se alimenta de los desechos que contienen las aguas servidas. Gracias a esta
bacteria aparecen los sistemas de tratamiento de aguas por medio biológicos de
biodigestion, donde por medio de diversos métodos se pone en contacto esta
bacteria con el agua para acelerar el procesos natural. Utilizando una película
fija de bacteria en diversas piezas de ingenierías distintas (estudiadas para
tener mejor contacto con el agua a la hora de limpiarla) el agua se pone en
contacto con la bacteria para provocar una biodigestion mucho más rápida que el
proceso natural.
En
presentación de rodillos, empaques, módulos o molinos la película fija tiene el
mismo propósito, la diferencia entre las tecnologías radica en la forma en la
que se acelera el propio proceso natural y desde luego en el espacio necesario
para construir una planta de tratamiento de aguas con estas características.
En
comparación con otras tecnologías y métodos para la limpieza de las aguas
residuales, la película fija es sin duda una de las opciones más fuertes
gracias a su tamaño, fácil utilización, coste y espacio necesario para su
construcción.
Muy interesante amigo Jose, lamentablemente las autoridades correspondientes no les brindan el mantenimiento adecuado, en el municipio de Santiago Tangamandapio, existe una planta tratadora la cual visite recientemente y el encargado comento que no se le estaba dando un mantenimiento propicio, por lo que no se podía poner a trabajar.
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